Me despierto a media noche, me siento sola, muy lejos, como a quinientos kilómetros, alejada de toda persona y de todo lugar, en las tinieblas, sin poder ver mi futuro mire hacia donde mire, y tengo tanto miedo que me entran ganas de gritar. Porque nunca lo que yo quiero se hace realidad, nunca. Porque mi imaginación siempre es más interesante y mucho más placentera que la realidad. Ojala viviera dentro de mi mente.
Quiero dormir para siempre.
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